“Hoy, el único oscurantismo vivo es el del progreso” Octavio Paz in “Por favor, avancen hacia atrás”
El artículo me hizo recordar los domingos en la tarde durante mi infancia, tomando el camino de regreso a Santiago desde Rancagua. Era un juego de niños mirar los insectos que golpeaban el parabrisas del auto de mi viejo, muriendo aplastados por la velocidad. Los insectos quedaban pegados en los parachoques y en el radiador, el limpiaparabrisas había que lavarlos después de un viaje por la carretera. La revista Science acaba de publicar un artículo que se llama «Donde fueron a parar los insectos» de la periodista Gretche Vogel. Ella cita a Scott Black , director ejecutivo de la Sociedad Xerxes para la Conservación de invertebrados quien justamente hace referencia a este fenómeno como el síndrome del parabrisas ya que se ha percatado conduciendo en su viejo Mustang 1969, que no termina tan sucio como lo hacía hace unas décadas.
La sociedad entomológica Krefeld, de Alemania ha lanzado un grito de alarma. Desde hace muchas décadas recolectan datos sobre la biomasa de insectos en más de 100 reservas naturales en Europa occidental. El año 2013, la toma de muestras en una de las reservas mostró una baja de 80% de la población de insectos. La cifra se compara con las muestras tomadas en 1989. En más de una docena de las reservas naturales se ha notado una disminución alarmante de esta biomasa.
El impacto en la cadena alimenticia de los pájaros es enorme. «Si Ud. – dice Dave Goulson, un ecologista de la Universidad de Sussex en el Reino Unido y que trabaja con el Instituto Krefeld para analizar y publicar datos- es un pájaro que se alimenta de insectos, cuatro quintos de la comida ha desaparecido lo cual es absolutamente asombroso».
No se sabe mucho sobre este fenómeno a nivel mundial. Pero estos datos abre una ventana sobre lo que ocurre a las especies menos apreciadas del planeta: las polillas, las moscas, los escarabajos y los insectos incontables que zumban en los meses de calor. Mejor estudiadas han sido las abejas domésticas, las mariposas monarcas y otros insectos. La dificultad mayor reside en poder determinar cuántas especies han desaparecido o están en vías de extinción en una zona. La sociedad Krefeld ha estado recogiendo especímenes y datos desde 1905 así que puede hacer un análisis en el tiempo y en el espacio con bastante exactitud.
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Sobre gatos y pájaros
Otro libro interesante que apareció recientemente en la vasta literatura sobre ecología es Cat wars the devastating Consequences of a cuddly Killer o La guerra de los Gatos, : las consecuencias devastadoras de un asesino cariñoso.
Difícil imaginarse una vida sin gatos. Los gatos están omnipresentes en nuestras vidas. A pesar que los gatos son animales que desde milenios han acompañado los humanos, hoy científicos se cuestionan sobre nuestra percepción de este animal, dulce y tranquilo en el hogar pero un sigiloso asesino al exterior.
«Los gatos son genocidas» dicen los autores del libro, Peter P. Marra y Chris Santella. El caso más célebre de genocidio cometido por los gatos es quizás el de la Isla Stephens en Nueva Zelandia. Hasta el final del siglo XIX la isla acogía un especie única : el Cochín de Stephens, una especie de pájaro cantor incapaz de volar. En 1894, la construcción de un faro permitió la presencia de una pequeña colonia humana y quien dice humanos dice también gatos. Un gato se escapó de la colonia y la población de gatos salvajes decimó hasta la desaparición total de los Cochín de Stephens .
Pero no es el único caso. Según los autores, existen decenas de lugares donde especies han disminuido o hábitats atrofiados por la presencia de gatos. Los gatos son animales tan queridos que es difícil imaginar todo el daño que pueden causar. Según los datos del investigador Scott Loss -dice el artículo- el número de animales muertos por los gatos domésticos (cifras en América del Norte) en un año son aterradoras: entre 6,3 y 22,3 mil millones de mamíferos; entre 1,3 y 4 mil millones de pájaros; entre 95 y 299 millones de anfibios y entre 258 y 822 millones de reptiles.
Hay un consenso científico en cuanto al daño al medio ambiente que producen los gatos. Pero no existe un consenso en cuanto a las medidas a adoptar. Una de las preguntas que se hacen los científicos es si es éticamente es posible aceptar de atacarse a una especie para la conservación de otra especie. El debate continua y las acusaciones contra los autores de extremismo en nombre de la ciencia hacen furor en los medios especializados. Es claro que para los autores hay que tomar medidas drásticas con los gatos salvajes. Para los opositores hay que buscar soluciones más acorde con principios humanistas.
De pájaros y arboles
Tengo una fascinación personal por los árboles. Fueron mis compañeros de juego en mi infancia y hoy son mis camaradas silenciosos en el camino de mis carreras matinales. A veces les hablo. Sobre todo cuando en verano son majestuosos. Los árboles dominan el mundo y son uno de los organismos vivientes más antiguos del planeta. Herman Hesse los llamaba «el más profundo de los predicadores»
En un libro publicado hace poco por el Alemán Peter Wohlleben, La Vida Secreta de los Arboles, la extraordinaria ciencia de lo que sienten y como comunican, afirma que los árboles tienen una vida social, comunican entre ellos, tienen una interdependencia con la vida salvaje y que los arboles en medio urbano tienen la vida dura como niños de la calle.
Peter Wohlleben era un trabajador forestal que un día cambio radicalmente la manera de ver los árboles. Tomó conciencia que los árboles sufren del dolor, que tienen memoria y que los árboles viven con sus retoños. Luego de años de observación y exploración de los bosques de su región se percató que los árboles tienen una vida social y que trabajan colectivamente. «Un árbol no es un bosque» dice Wohlleben. Juntos varios árboles crean un ecosistema que modera calores y fríos extremos, guardan agua y generan humedad. En ese medioambiente protegido los árboles pueden vivir hasta viejos. Para lograrlo la comunidad debe mantenerse intacta.
Wohlleben escribe que los árboles comunican y se hablan entre ellos. Hace cuatro décadas, científicos pudieron percatarse que, cuando las Jirafas se alimentaban de las cimas de las Acacias, estos árboles secretaban substancias tóxicas en sus hojas para expulsar los herbívoros y al mismo tiempo expulsaban etileno para advertir los árboles circundantes, quienes reaccionaban de la misma manera produciendo la substancia tóxica. Las Jirafas tenían que buscar sus hojas situadas más lejos, a unos cien metros por lo menos.
Los árboles tampoco viven aislados del mundo natural que los rodea. Ellos cuentan con los pájaros que transportan sus semillas para crear nuevas comunidades y con los insectos que enriquecen la tierra y sus raíces. Wohlleben explica finalmente que los árboles en regiones urbanas tienen una vida dura, sin los beneficios de la comunidad y de la vida salvaje para apoyarlos.
Fascinante historia de la Vida secreta de los árboles.
Un pájaro solitario en el espacio
Last but not least dicen los gringos. En la misma revista Science un artículo sobre la búsqueda de exoplanetas en el Universo señala que a 1300 años luz de nosotros en la Constelación Cygnus KIC 8462852 o «La estrella de Tabby» su brillo continua de disminuir irregularmente como ha sido observado desde el año 2013.
Una pequeña explicación. El satélite Kepler, que se especializa en observar las variaciones del brillo de la estrellas que serian producidas por el paso de un planeta orbitando alrededor de la estrella, da la información necesaria para calcular las dimensiones del objeto que obstruye el brillo de la estrella. Es en ese cambio de la intensidad de la luz que los astrónomos puede determinar si un exoplaneta gira alrededor de una estrella. Generalmente esa intensidad es relativamente constante y regular. En el caso de KIC 8462852, la intensidad es irregular y llega a ser obstruida hasta de un 20%. Por lo cual los astrónomos han puesto sobre la mesa varias hipótesis, entre ellas la de un cinturón de cometas que se ha desintegrado en la órbita. Pero la hipótesis que está tomando forma es que en esa estrella una civilización ha logrado poner en órbita un sistema para recolectar la energía de la estrella. Una especie de Esfera de Dyson. El misterio continúa!.
Compadre, bien le viene a un espíritu universal como el suyo, darse una vuelta por el Universo, no sólo el de allá afuera, sino también el de aquí, el que tenemos enfrente de nuestras narices y narrarnos sus impresiones y sus alucines.
Un abrazo